Saciar el hambre: La sostenibilidad se conquista en la cocina
Equipo Comunicación, PNUD Paraguay
Una pequeña y rápida decisión, cómo elegir la comida del día, puede fortalecer nuestra relación con el mundo y la naturaleza que nos rodea. Al respecto, conversamos con Majo Herrero, creadora del blog @MiCorazóndeArroz, sobre cómo guiar nuestros hábitos alimenticios a rutinas más saludables y sostenibles. Sorpresa: sí, es posible.
Los primeros homínidos obtenían energía y proteínas de frutas, verduras, raíces y nueces. Luego, con la transición a la postura erecta, se favoreció la adopción de prácticas de alimentación más eficientes, ampliando las proporciones de alimentos en la dieta humana. La alimentación tuvo un papel esencial para nuestro desarrollo y evolución.
Con el tiempo, el acto de alimentarse fue construyendo vínculos comunitarios con nuestros pares, fortaleciendo nuestros hogares y relacionamientos sociales. Tantos procesos evolutivos ocurrieron alrededor de un buen plato de comida, que nos trajeron hasta un rincón asunceno, donde Majo Herrero decide un día empezar a escribir un diario con hambre: Mi Corazón de Arroz.
Majo nos cuenta que le encantaba cocinar y preparar recetas, hasta que llegó un momento donde tenía que compartir todo lo que había aprendido. La idea principal que impulsó el blog nació desde la necesidad de hacer algo fuera de lo laboral; de darle sentido a su búsqueda personal con respecto a la gastronomía.
Pero no todo se trata de texturas coloridas, proporciones adecuadas y el olor a un buen guiso. Según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de 135 millones de personas padecen hambre severa debido principalmente a los conflictos causados por los seres humanos, el cambio climático y las recesiones económicas. Además, la pandemia de la COVID-19 podría duplicar esa cifra y sumar unos 130 millones de personas más que estarían en riesgo de padecer hambre severa.
Desde pequeña su mamá hablaba en su hogar sobre el no desperdicio de alimentos. De ahí viene su creatividad para preparar platos nuevos de los “restos” de otros. Hasta el momento, prefiere no considerarse impulsora de la gastronomía sostenible en el Paraguay, porque hay muchas prácticas que también va ajustando y mejorando con el tiempo, pero sí cree que es algo que intenta transmitir en todas sus recetas; que lo que comemos afecta el mundo que nos rodea, que alimentarnos es también un acto político, que el alimento no se tira; debe honrarse y respetarse.
Mi Corazón de Arroz nos cuenta que si pudiese trabajar 2 ODS por el resto de su vida, serían estos:
ODS 2: Hambre Cero
El ODS 2 busca terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para el 2030. Esta tarea implica promover prácticas agrícolas sostenibles a través del apoyo a los pequeños agricultores y el acceso igualitario a la tierra, la tecnología y los mercados.
Para Majo, el hambre cero tiene que trabajarse primero desde el Estado; con políticas públicas que aseguren la alimentación de las personas y la redistribución de tierras para la producción. Nuestra manera de aportar es presionando para estos cambios.
Lee más sobre el ODS 2 aquí.
ODS 12: Producción y Consumo Responsables
Para lograr un buen crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos.
Majo considera que el consumo responsable implica primero, el derecho a informarnos sobre lo que consumimos para poder tomar decisiones más conscientes. Así, en casa tenemos el poder de elegir mejor, de comprar lo justo, de consumir de empresas que no destruyan el medio ambiente.
Lee más sobre el ODS 12 aquí.
«Yo siempre digo: Acá No Se Tira Nada, porque todo puede reinventarse y convertirse en relleno de una tarta, parte de una sopa crema o el ingrediente secreto de un guiso. La comida no es solo un producto, es fuente de trabajo, es impacto ambiental, es sufrimiento animal y un montón de cosas más que no podemos ignorar al momento de consumir».
Nada como el arte de preparar y degustar una buena comida, sin desperdiciar los recursos naturales y sin perjudicar el medioambiente o la salud. Así surge la gastronomía sostenible, sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo son cultivados, cómo llegan a los mercados y, finalmente, a los platos. Es decir, apoya la protección de la biodiversidad y la preservación de la cultura.
Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles desde casa es un primer paso para el cumplimiento de los ODS, y un gran avance en la eterna búsqueda de una gastronomía más consciente, resiliente e inclusiva. Majo Herrero aconseja empezar a cuestionar nuestro consumo, mirar las etiquetas y los empaques. ¿De dónde viene lo que comemos? ¿De qué está hecho el envoltorio? ¿Qué cantidad de este alimento necesito comprar? ¿Cuándo vence? ¿Qué impacto ambiental tiene el consumo de este alimento? ¿Las personas que producen este alimento reciben una paga justa por su producción? ¿Puedo encontrar una mejor alternativa al consumo de este alimento?.
En este sentido, Majo cree firmemente que la economía circular puede aplicarse a la gastronomía en nuestro país. Desde casa, se puede empezar comprando y cocinando de manera más consciente.
«Vivimos en un país donde la desigualdad está a la vuelta de la esquina, no es algo lejano. Creo que tenemos que humanizarnos, mirar un poco más allá de nuestras propias narices y empezar a cambiar desde adentro con pequeñas acciones, pero también exigiendo políticas públicas que cambien la estructura.»
Gracias a nuestros antepasados, desarrollamos hábitos alimenticios que nos permitieron subsistir y construir el mundo que hoy nos acoge. Ellos fueron grandes héroes de nuestra evolución.
Ahora no estamos tan lejos de lo mismo. Revolucionando nuestra relación con la comida, la manera en que cocinamos y re-estructurando nuestra dieta diaria, estamos labrando juntos el planeta del mañana. Uno rico en biodiversidad, delicioso en sostenibilidad y sano para los que vendrán; sin dejar a nadie atrás.
Agradecemos a Majo Herrero por su tiempo y por aportar desde su lugar al mundo sostenible con el que soñamos.
¡Feliz día de la gastronomía sostenible para tod@s!